Presencial
"La obra de Alejandro Palacios plantea una interrogante en cuanto al proceso pictórico. En un debate que ocurre en la superficie de los cuadros, la metodología es discutida como diligencia y trivialidad. Para poner en tensión lo acabado con lo inconcluso, la integridad de las pinturas se ve comprometida. Así, el proceso pictórico que en ellas se evidencia puede estar en contra del resultado, y viceversa. En cada cuadro hay un precario equilibrio, un vínculo entre lo inerte y lo expansivo. Hay un desarreglo entre la opacidad de la paleta, la sequedad de los colores y la obstinación escurridiza de las formas. Las manchas son porciones de materia vertidas sobre la tela. Se resisten a definir contornos, a fingir volumen, interrumpen sus cursos para eludir resoluciones, esquivan lúdicamente la figuración. Su disposición evoca un desarrollo aún pendiente, un impulso coartado por la suspicacia y la insidia. En ese insistente proceso de toreo, la ambigüedad se organiza como una trayectoria."
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